UBICACION DE MAMIÑA
Mamiña es una Aldea precordillerana distante 125 kilómetros al este de Iquique y 75 kilómetros de Pozo Almonte su cabecera comunal y ubicada en la provincia de Iquique, región de Tarapacá, unido por un camino asfaltado de excelentes condiciones, Mamiña se encuentra el valle del mismo nombre, en el paralelo 20°4’ y meridiano 69°12’,1 con una altura media de 2.700 m.s.n.m. enclavado entre los cerros de la cordillera de los andes y mueren en la Pampa del Tamarugal, Sus límites son al noreste con la localidad de Parca, al sureste con la localidad de Macaya, al oeste con la capital comunal Pozo Almonte y al este con la localidad de Collacagua
En la época incaica no existía escritura, más bien muy escasa, por lo que aun se intenta desentrañar y revelar, por la tanto esta RESEÑA HISTORICA DE LA COMUNIDAD DE SAN MARCOS DE MAMIÑA se escribe a través de conversaciones, entrevistas y los relatos dejados por los abuelos y abuelas que aún viven en Mamiña y sobre los datos que he logrado rescatar de alguna bibliotecas y archivos, tanto en Chile como en Perú. 2
El valle de Mamiña, es un indiscutible oasis en el centro de la pampa y es habitado por familias de origen Quechua y Aymará prevaleciendo visualmente esta última, estas dos culturas originarias aun conservan muchas tradiciones y costumbres, las que iremos conociendo en el transcurso de este viaje.
El poblado es conocido desde hace varios siglos, y de acuerdo a lo que hemos leído y escuchado es real, ya que desde antes del periodo incaico Mamiña, ya era conocido por sus bondades curativas y sus calidas aguas que superaban en propiedades medicinales que las aguas termales de Yura y Calientes al sur del Perú, centenares de personas recorrían largos viajes desde el Cuzco y Arequipa (Perú)para buscar salud en esta maravillosa quebrada, por ellos las caravanas preferían a Mamiña como tambo (lugar de descanso)obligado en sus viajes, además las aguas de este valle superaba a los resultados de la medicina conocida en las distintas yerbas del toda la cordillera de los andes, pues estas aguas benditas por los Dioses superaba con creces lo imaginable, a ello se debía el aumento de visitantes en ese periodo a las aguas del valle de Mamiña en busca algún tipo de tratamiento o terapia medicinal.
